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2 de agosto de 2017

No es el problema. Eres tú frente al problema.

La primera vez que oí hablar sobre el modelo Cynefin fue allá por el año 2012 cuando estaba colaborando con Rob England en la traducción del libro Gestión Esencial de Servicios al castellano. En aquel momento me pareció un framework muy interesante para clasificar los problemas y cómo nos enfrentamos a ellos; luego Rob lo utilizó en su libro Plus! Standard+Case y en el congreso TFT13 yo le dí una vuelta más tratando de enlazar los conceptos de S+C, Cynefin y Minería de Procesos.

Pero luego vino el esquema de certificación de la Lean IT Association y la certificación LITA Kaizen. Cuando me preparaba, volvió a aparecer el modelo de Cynefin y esta vez venía con fuerza, como parte central del proceso de resolución de problemas que plantea la LITA combinando Kaizen con Six Sigma (DMAIC) y Cynefin.


Fue mientras daba una clase de Kaizen que me vino la iluminación; uno de esos momentos A-HA! que sólo puede tener el profesor cuando por el simple hecho de poner las cosas en orden en su cabeza para poderlas explicar, éstas encajan de una manera especial y plop! se hace la luz.

El modelo Cynefin ve los problemas como un cúmulo de causas y efectos; aquellos en los que la relación causa - efecto es clara, los entiende como “Simples”, mientras que en aquellos en que la relación causa - causa - causa/efecto intermedio - causa - efecto es intrincada, con multiples ramificaciones y multitud de causas contribuyendo a la aparición de los efectos los clasifica como “Complejos” y aquellos en los que las relaciones entre los eventos no son permisibles los clasifica como “Caoticos”.

Las relaciones causa-efecto con diferentes niveles de complejidad existen; el problema es que tú no eres capaz de percibirlas o de comprenderlas.

Pero, lo caótico no es el problema. Las relaciones causa-efecto con diferentes niveles de complejidad existen; el problema es que tú no eres capaz de percibirlas. Sin embargo si eres capaz de aprender nuevas ideas, si eres capaz de cambiar la perspectiva o el espectro en el que te mueves (en la vista, por ejemplo, cambiar a espectro infrarojo te permite ver las cosas desde otro punto de vista; en matemáticas, pasar de una serie temporal a un histograma te permite comprender otras facetas del problema analizado; en Telecos, Fourier cambió para siempre la forma de entender las ondas), si eres capaz de pensar de una manera diferente es cuando empujas el problema hacia niveles Cynefin de menor complejidad.

Aquí es justo cuando me viene a la cabeza ese momento en que Neo comprende.

Cómo clasificas el problema dice más de ti que del problema en sí.

Cómo clasificas el problema dice más de ti que del problema en sí. Y esta es una de las razones por las que utilizamos Kaizen para enfrentarnos a los problemas que nos parecen complejos o complicados: utilizamos un equipo para atacar el problema; un equipo multidisciplinar que, gracias a las diferentes perspectivas, experiencias y formas de vivir y de entender el problema hará que el grupo entero gane un nuevo nivel de conocimiento al respecto del problema y sus relaciones con los factores que contribuyen a su aparición. Ese es uno de los motivos por los que, casi sin darnos cuenta, los equipos multidisciplinares y la diversidad hacen empresas más eficientes: los problemas parecen menos cuando los enfrentas en buena compañía.

PS:: Este post viene provocado como reflexión ante una pregunta de Javier Garzás en linkedIn… como siempre, un placer! :-)