Búsqueda


19 de diciembre de 2018

Las amebas y la estrategia

¿Has visto alguna vez una ameba? Al microscopio, en vivo y en directo… en la EGB, quizás? en el Instituto?

Una ameba es un ser vivo unicelular, no tiene cilios ni flagelos, como podrían tenerlos un paramecio o un vibrión colérico. Una ameba se mueve emitiendo pseudópodos, arrastrando lentamente parte de la masa celular en el sentido en que se quiere desplazar y luego moviendo el resto de la célula completa hacia allí.

Cuando se quiere alimentar, emite dos pseudópodos que rodean la partícula que quiere absorber hasta que éstos se unen y fusionan, dejando a la particula dentro de la ameba.


Pues las empresas son como las amebas.

Llevo años explicando esto en mis clases, primero cuando hablaba de mejora continua en ITIL, después cuando hablaba de mejora continua en ISO/IEC 20000, luego cuando hablaba de mejora continua en Lean y últimamente cuando hablo de mejora continua en Agile. Es mi forma de ver la importancia que tiene el impacto que tiene desplegar el pensamiento estratégico hacia toda la organización cuando estamos fomentando una cultura de mejora continua. Y sin embargo, repasando este blog nunca había escrito sobre la ameba.

Pero hoy he visto un post de Txell Costa donde hace una metáfora parecida pero con una goma elástica… y por eso me he decidido a escribir sobre la relación que hay entre un ser unicelular, microscópico, sin cilios ni flagelos, que se mueve por medio de pseudópodos … y tu empresa.

Las empresas son como las amebas. Emiten un pseudópodo y exploran nuevos territorios, como tú cuando tocas el agua de la playa con la punta del pie antes de meterte, tanteando a ver si está demasiado fría. Estos nuevos territorios pueden ser nuevos mercados, nuevos productos, nuevas maneras de hacer, nuevas maneras de organizar… emiten un pseudópodo y tantean y, si les parece que el agua está de su gusto, se tiran (algunas de cabeza y otras de culo… ya sabemos cómo va esto...)

En un entorno tradicional y jerarquizado, la alta direccion sabe a dónde quiere ir, y cuáles son los planes estratégicos para los próximos 5 años. La visión es clara y dirige el timón con mano férrea hacia ese horizonte que se ha planteado. En estos casos, transmitir la estrategia a los trabajadores no es necesario, es incluso contraproducente, no vaya a ser que alguien se vaya de la lengua, cuente nuestros planes y la competencia acabe adelantándonos.<ironic mode off>

Y qué pasa con la mejora continua? Los pequeños movimientos evolutivos no forman parte de aquellos grandes planes estratégicos, asi que aparece otra manera de avanzar: el modo ameba, en el que pequeños grupos de personas dentro de la organización se plantean pequeñas mejoras que hacen más eficiente el sistema o más valioso el producto final. Esas pequeñas mejoras se plantean como pruebas o experimentos (Da igual cuál sea el modelo de mejora continua que uses, más tarde o más temprano aparece el Dr. Deming con su ciclo PDCA y el planteamiento de experimentos… no conozco ningún modelo de mejora continua que no pase por ahí)

Bien. Ya he puesto en tu cabeza la imagen de la amena extendiendo sus pseudópodos para experimentar un nuevo terreno.

¿Funcionará bien la nueva manera de gestionar pedidos? Hacemos un piloto, probamos un MVP, hacemos una prueba con un par de clientes, extendemos a “friends & family” y si todo va como debe ir, pues ¡adelante!

Pero los métodos modernos de mejora continua tratan de conseguir un factor multiplicador involucrando a todo el personal de la organización (a lavez que potencian la cultura, empoderan al personal y un buen atado de otras ventajas). Se trata de paralelizar el modelo evolutivo y conseguir un pipeline continuo de experimentos. Hasta llegar al extremo asombroso de booking.com y sus 2^1000 versiones concurrentes de la web. Esto significa que estamos montando modelos de mejora continua que tratan de conseguir multitud de pequeños equipos distribuidos por la organización haciendo experimentos y provocando pequeños cambios que, en algunos casos, pueden resultar interesantes y provocar una tensión de movimiento “hacia allí"

Pero ¡atención! No estamos hablando de un ser pluricelular que hace muchos experimentos, sino de una pobre y triste ameba, unicelular y sin cilios ni flagelos.

¿Qué le pasa a la ameba si de repente emite 50 pseudópodos en direcciones opuestas y se empeña en moverse?

Lo mismo que le pasa a tu empresa cuando no se ha transmitido la estrategia y se montan grupos de mejora: cada vez que un grupo de mejora encuentra algo interesante (es decir, realiza un experimento exitoso) provoca una tensión hacia aquello que ha descubierto. Una empresa cuyos equipos no conocen la estrategia y tiene pocos experimentos exitosos se moverá como un tronco a la deriva en medio del océano: en el mejor de los casos, se deja llevar por los resultados de estos experimentos.

Pero una empresa que no ha transmitido la estrategia a sus colaboradores, que fomenta un entorno de mejora continua con gran parte de su personal y que además consigue multitud de éxitos en los experimentos, puede terminar intentando avanzar de forma simultánea en direcciones contrarias. En el mejor de los casos no se mueve y en el peor de los casos se rompe, se parte la pared celular y todo citoplasma queda por ahí desparramado. ¡Qué triste!

¿Nunca has tenido la sensación de que en tu empresa tienes varios jefes y que estos jefes estiran de ti en direcciones opuestas como si te estuviesen torturando al estilo mongol con 4 caballos?


Una buena transmisión de la estrategia corporativa ayuda a que los experimentos vayan en direcciones similares al menos, reduciendo el riesgo de que la empresa se parta, los trabajadores se quemen o la goma elástica de Txell salte por los aires.

Finalmente y por aterrizar esto a un terreno más práctico: si te imaginas una empresa que tiene varios equipos de desarrollo usando Scrum y estos equipos hacen retrospectivas y plantean pequeñas mejoras, te recomiendo que:

  1. Los equipos tengan claro hacia dónde vamos
  2. Hagas Retros de Retros uniendo representantes de los equipos o una comunidad de Scrum Masters para que vean periódicamente si las mejoras propuestas por el equipo A no le están haciendo la vida imposible al equipo B o al departamento C